Un ameno diálogo sostenido con Luis Oswaldo Calderón nos permitió conocer partye de su trayectoria como Fotógrafo Profesional, y de qué manera surgió “Foto Estudio Calderón”.
Sus inicios
Luis Oswaldo Calderón ejerce su profesión desde hace unos 35 años, se inició como ayudante, en aquel entonces, del fotógrafo David Inga Lombeida, quien era dueño de un laboratorio fotográfico en la ciudad de Cañar. Nuestro interlocutor comenta que acompañaba a su jefe a todo evento, le ayudaba a imprimir fotos en cuartos obscuros, con una luz apropiada, para que se revele la cinta de fotos, acotando que se debía saber sobre fotografías para poder regular una cámara.
Por su propio sendero
Algo que recuerda, señala, con mucho cariño y agradecimiento, es que luego de un tiempo de estar trabajando junto a David Inga, su mentor como podría llamarlo, le obsequió una cámara para que emprenda en su propio negocio; con el pasar del tiempo adquirió algunos equipos, arrendó un local donde laboraba y hasta expendía cámaras de rollo y material fotográfico.
Agrega que era importante tener habilidad para la fotografía, ya que no cualquiera era un buen fotógrafo; así, para revelar las fotos tenían que acabar el rollo y mandar a revelarlo en la ciudad de Cuenca, en los locales de Comandato, Prisma Color Fuji, donde se demoraban hasta quince días para entregar las fotos reveladas y, cuando las recibían, y en Cañar, procedían a separarlas y enfundarlas para proceder a su entrega en los domicilios respectivos.
Cambio de época
Posteriormente aparecieron las cámaras instantáneas y cámaras con tarjeta de memoria, había llegado la era digital.
Luis Oswaldo Calderón, ya con su propio estudio, comenzó su trayectoria como fotógrafo opficialmente, visitando toda la provincia del Cañar, asistiendo a todo evento, siempre llevando su libreta de anotaciones para registrar la seña o parte del pago de las fotos que en ese entonces era de 2 ó 3 sucres, y que al momento de la entrega de las fotos se cobraba el resto. Comenta que con el fruto de su trabajo tuvo la oportunidad de adquirir un terreno, construir su casita, pagar la educación de sus hijos; todo gracias al esfuerzo realizado, habiendo tenido que acudir a lugares y comunidades lejanas, donde entraba caminando largas distancias.
La decadencia del arte
Con nostalgia sostiene que hoy en día la fotografía ha bajado su rendimiento, ya que todo el mundo tiene su cámara profesional, su teléfono celular y sin lugar a dudas la competencia que viene de otros lugares, por lo que ha bajado muy notablemente su trabajo como fotógrafo; sin embargo, añade, está muy agradecido con la tierra de Cañar, pues sus ciudadanos han sido un aporte enorme en su profesión, porque siempre le han abierto las puertas para que llegue a ser un gran profesional, y por ello él está dispuesto a seguir sirviendo a su gente, como actualmente en que retribuye su generosidad, trabajando en bien de la gente vulnerable, entregando kits solidarios y ayudando a personas que pasan por momentos difíciles. (JGM) (I)