Los orígenes

Exhuberante sencillez, humildad e intensa modestia, son algunos de los dones de la Lic. en Ciencias de la Educación, María Méndez Méndez, destacada escritora azogueña, quien a escasa edad se inclinó por el arte de plasmar letras desbordantes de poesía, la proximidad con la música, el pasillo, las letras, elementos de los que se habilitaba su padre Froilán Segundo Méndez, quien se dedicaba a la composición, siembran su deseo de seguir el llamado de hacer poesía, intensificándose en gran medida en la época de estudiante secundaria.

Dos libros

Ha publicado dos poemarios con el apoyo de la Casa de la Cultura del Cañar: Inventario del Corazón, en 2013, y Del Amor y sus Misterios, en 2015, aunque antes ya exteriorizaba escritos en artículos, en revistas de la localidad, de Plan Internacional y revistas de la Unidad Educativa La Providencia, institución en la que es Profesora e Inspectora General, desde hace 18 años.

De su rostro fluyen inevitables emociones cuando rememora aquella época en que avizoraba sus inicios en el mundo de la literatura, como si de un viaje en el tiempo se tratara, a la vez que reitera ser la combinación de notas musicales y letras hermosas del pasillo ecuatoriano que acostumbraba escuchar siendo niña, componentes que se impregnaron para siempre en su ser, creando un sentimiento del que emergió con elocuente naturalidad: la poesía.

Siendo muy joven ya participaba en eventos de poesía, en los que triunfaba. La no presencia de su padre por aquella época, de quien recibía apoyo incondicional en este trance, y como un eje de fortalecimiento a su persona, ahondan más sus añoranzas.

Sin embargo, al iniciar la maduración de edad, para María Méndez se hicieron efectivos sus ansiados anhelos, al ingresar a la UE La Providencia, la mística del amor y la espiritualidad que caracterizan a la institución, despiertan en la autora el deseo de hacer conocer lo que escribía, cuando conoce al poeta Lauro Yumbla Lucero, con quien comparte sus propósitos y de quien recibe un preponderante impulso, quien se toma la tarea de revisar, calificar y valorar, hallando las bases esenciales requeridas para sus publicaciones.

La Poesía, el todo

Según su criterio, la poesía es capaz de abarcar todo cuanto le rodea al ser humano, es sinónimo de amor, en alta medida que la vida se torna inexistente a falta de la poesía, por ser, junto con la música, componentes fundamentales que permiten el acercamiento a Dios, la constancia por este encuentro es el principal pensamiento que la sumergen en un acaudalado dote humanístico, en un  predominante catolicismo, que le generan el criterio de que todas las personas poseen potencialidades otorgadas por Dios, de una manera intrínseca.

No se considera una poeta consagrada, sí una aprendiz, enamorada de la poesía que se revitaliza constantemente de referentes de la poesía universal como Pablo Neruda, Gabriela Mistral o Amado Nervo, sin desmerecer a destacados representantes azogueños y cañarenses, como Carlos Manuel Arízaga, Edgar Palomeque, Rodrigo Pesántez Rodas.

Falta de espacios

No obstante, mantiene una opinión un tanto de contrariedad cuando resalta la falta de interés en actos de trascendental categoría del que aún peca la localidad en comparación a otras ciudades. A su decir, se vive un ambiente en retroceso que provoca la preferencia a actos de origen mundano y efímeros; por lo cual incentiva a los padres de familia a inculcar desde la niñez conceptos del arte en general que invocan elevar, engrandecer y ensalzar su espíritu y su persona. (I)

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