La Escuela “San Francisco de Peleusí de Azogues” está de luto, el estudiante Justin Steven Cáceres Sanango, de 11 años, perdió la vida en un deslave ocurrido el lunes 4 de julio, en el sector La Libertad, parroquia Zhoray, del cantón Azogues. El niño cursaba el sexto año de educación básica.
Ante la prematura partida del menor, el lunes 11 de julio, familiares, amigos, compañeros, directivos y docentes de la escuela, le rindieron un homenaje póstumo en los patios de la institución educativa, que fue decorado con flores y velas, y en medio, el retrato del niño fallecido.
Durante la ceremonia, docentes, padres de familia y compañeros del menor, expresaron mensajes de aliento y resignación a los familiares, amigos y allegados de Justin.
Los directivos, además, declararon tres días de luto en la institución y colocaron un listón negro en la puerta principal.
La directora, Marcia Carangui Osorio, en su intervención, dijo que para el establecimiento es una pérdida dolorosa, indicó que por decisión de los compañeros, padres de familia y docentes se realizó una colecta económica, obteniendo un monto significativo que será entregado a sus padres, quienes son de escasos recursos y viven de la agricultura en Zhoray.
“Hoy nos reunimos para despedir a un niño que por circunstancias lamentables ya no está entre nosotros, su partida ha golpeado a toda la comunidad educativa, sin embargo, Justin siempre vivirá en nuestros corazones”, dijo.
Nelson, hermano de Justin, entre llanto, agradeció por el homenaje realizado a su hermano menor. “Solo les pido que lo lleven en su corazón como él era, un niño travieso, con sus ojos saltarines y su risa única. A mi madre y demás familiares decirles que él está en el cielo y desde allí nos va a bendecir y cuidar a todos; a sus compañeritos, que no dejen de ser niños, de reír, de jugar y sigan siendo unos ángeles”, expresó.
Moisés Morquecho, compañero de Justin, relató que fue su mejor amigo y compañero, jugaban en el recreo fútbol, y a los toreros, lo recuerda como un niño alegre y buen estudiante. “Le decíamos ñutito por su estatura, y toro porque corría mucho, era buen estudiante y futbolista, se llevaba con todos los compañeros, le vamos a extrañar mucho”.
Teresa Novillo, profesora de Justin, dijo que el niño era buen estudiante, entusiasta y líder entre sus compañeros, y hasta los que conocían de lunes a viernes vivía con una de sus hermanas en la calle 4 de Noviembre, barrio San Francisco, el fin de semana se trasladaba a Zhoray, para ayudar a sus padres en labores agrícolas. “Queda vacía su banca, ventajosamente sus compañeros salieron a vacaciones, sino sería más dolorosa su partida, para todos”, finalizó. (I)